Aprender a gestionar y conocer mejor nuestras emociones
Mejorar tu relación contigo conectando con la naturaleza
Descubrir los aceites esenciales para crear hábitos extraordinarios y saludables
Alinear tus chakras y emociones a través de la meditación y la aromaterapia
Aprender a entender y gestionar las emociones consiguiendo vivir en un estado de tranquilidad, gratitud y abundancia a través de los aceites esenciales
Conciencia de tus chakras y emociones para tener una vida más plena a través de la meditación y la aromaterapia
Despertar tu verdadero yo y crear un futuro brillante
"El recuerdo de un aroma… Despierta la memoria del alma."
Por si no lo sabes, o sí, déjame explicarte...
Los humanos contamos con un neocórtex cerebral que nos permite regular y moldear la respuesta a las sensaciones innatas y más primitivas. Pues bien, el encargado de gestionar todo esto, es el Sistema Límbico.
Él se encarga de dar al "Botón" para que nuestro cuerpo se ponga en marcha y reaccione con respuestas emocionales ante estímulos externos como una imagen, una palabra, un recuerdo, o un aroma...
Las emociones que sentimos se deben a las hormonas, o a la falta de ellas, que van a circular por nuestro cuerpo como consecuencia de la activación del sistema límbico.
A esto le tenemos que añadir que cada ser humano, debido a sus experiencias vitales, las reacciones pueden ser distintas. Por tanto, cuando las moléculas aromáticas entran en nuestro sistema olfativo, llegan al sistema límbico que entra en contacto con nuestro sistema vegetativo o autónomo y endocrino creando una respuesta emocional.
¿Cuántas veces te ha llegado el olor de un perfume y te ha recordado a alguien? Ante esa emoción, tu cerebro te ha llevado a un recuerdo, y tu reacción, dependiendo de la experiencia, ha sido positiva, o de añoranza, o de rechazo.
Oler las páginas de un libro nuevo, el olor de una zapatería, el olor de la hierba recién cortada...
Qué maravillosa máquina somos y cuánto podemos trabajar para vivir más plenos.
Los humanos contamos con un neocórtex cerebral que nos permite regular y moldear la respuesta a las sensaciones innatas y más primitivas. Pues bien, el encargado de gestionar todo esto, es el Sistema Límbico. Él se encarga de dar al "Botón" para que nuestro cuerpo se ponga en marcha y reaccione con respuestas emocionales ante estímulos externos como una imagen, una palabra, un recuerdo, o un aroma... Las emociones que sentimos se deben a las hormonas, o a la falta de ellas, que van a circular por nuestro cuerpo como consecuencia de la activación del sistema límbico. A esto, le tenemos que añadir que cada ser humano, debido a sus experiencias vitales, las reacciones pueden ser distintas. Por tanto, cuando las moléculas aromáticas entran en nuestro sistema olfativo, llegan al sistema límbico que entra en contacto con nuestro sistema vegetativo o autónomo y endocrino creando una respuesta emocional. ¿Cuántas veces te ha llegado el olor de un perfume y te ha recordado a alguien? Ante esa emoción, tu cerebro te ha llevado a un recuerdo, y tu reacción, dependiendo de la experiencia, ha sido positiva, o de añoranza, o de rechazo. Oler las páginas de un libro nuevo, el olor de una zapatería, el olor de la hierba recién cortada... Qué maravillosa máquina somos y cuanto podemos trabajar para vivir más plenos.
Los humanos contamos con un neocórtex cerebral que nos permite regular y moldear la respuesta a las sensaciones innatas y más primitivas. Pues bien, el encargado de gestionar todo esto, es el Sistema Límbico. Él se encarga de dar al "Botón" para que nuestro cuerpo se ponga en marcha y reaccione con respuestas emocionales ante estímulos externos como una imagen, una palabra, un recuerdo, o un aroma... Las emociones que sentimos se deben a las hormonas, o a la falta de ellas, que van a circular por nuestro cuerpo como consecuencia de la activación del sistema límbico. Si a esto le tenemos que añadir que cada ser humano, debido a su experiencia, las reacciones pueden ser distintas. Por tanto, cuando las moléculas aromáticas entran en nuestro sistema olfativo, llegan al sistema límbico que entra en contacto con nuestro sistema vegetativo o autónomo y endocrino creando una respuesta emocional. ¿Cuántas veces te ha llegado el olor de un perfume y te ha recordado a alguien? Ante esa emoción, tu cerebro te ha llevado a un recuerdo, y tu reacción, dependiendo de la experiencia, ha sido positiva, de añoranza, o de rechazo. Oler las páginas de un libro nuevo, el olor de una zapatería, el olor de la hierba recién cortada... Qué maravillosa máquina somos y cuanto podemos trabajar para vivir más plenos.