El liderazgo femenino se ha convertido en un catalizador poderoso para el éxito organizacional, generando un impacto transformador que va más allá de las estadísticas de igualdad de género.
Las mujeres líderes aportan una perspectiva única y valiosa en el mundo empresarial, ya que su diversidad de experiencias y enfoques enriquece la toma de decisiones estratégicas y fomenta la creatividad en la resolución de problemas. Numerosos estudios respaldan la idea de que las empresas con una representación significativa de mujeres en cargos directivos son más propensas a innovar y adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio.
¿Qué es el liderazgo?
Contrariamente a la creencia popular, el liderazgo poco tiene que ver con certificaciones o acreditaciones académicas. Para que un líder exista, este sólo necesita seguidores o adeptos, personas que crean en su capacidad gracias a lo que logra transmitirles en el día a día.
Se podría definir el liderazgo como la capacidad de una persona dentro de una organización o grupo, de encarnar y transmitir valores que contribuyan a que un equipo se sienta motivado a alcanzar determinadas metas.
Un líder es aquella persona que logra desarrollar poder de influencia sobre los demás. Nada más, ni nada menos.
En la actualidad, aproximadamente el 50% de la fuerza laboral mundial, según un informe del Instituto McKinsey, está representada por mujeres. Además, de acuerdo a los estudios del Foro Económico Mundial, en el futuro, 2 de cada 3 personas egresadas con titulaciones universitarias y de maestrías, serán mujeres.
Todo esto va en consonancia con las mayores posibilidades de acceso a la información y la democratización del conocimiento de la mano de la explosión tecnológica. Para muestra, podemos solo citar el fenómeno del teletrabajo que, durante 2020, abrió las puertas a la llamada “cuarta revolución industrial”.
Esto significa que existirá para las empresas, una oferta todavía mayor a la actual al momento de seleccionar personal altamente calificado y, por lo tanto, es menester pensar en estrategias que puedan cautivar y retener ese capital humano.
A pesar de los beneficios del liderazgo femenino, las mujeres aún se enfrentan a una serie de barreras para alcanzar puestos de liderazgo. Una de las más importantes es el techo de cristal, un término que se refiere a los impedimentos implícitos en la cultura que limitan el ascenso laboral de las mujeres. Estos impedimentos pueden ser sutiles, como la falta de oportunidades de mentorización o la existencia de sesgos inconscientes en los procesos de selección.
¿Qué beneficios obtienen las empresas con mujeres en puestos de liderazgo?
- Mayor confianza en la estrategia por parte de los trabajadores. Un estudio de Peakon reveló que los empleados de empresas lideradas por mujeres tienen más confianza en la estrategia de la empresa.
- Mejores habilidades blandas: Las mujeres líderes suelen ser más adeptas a la comunicación, la colaboración y la empatía, habilidades que son esenciales para el éxito en el mundo empresarial actual.
- Incentivan la confianza en el producto o servicio de la empresa. Los empleados de empresas lideradas por mujeres son más propensos a recomendar los productos o servicios de la empresa a sus amigos y familiares.
Se espera que la participación de las mujeres en la fuerza laboral siga aumentando en los próximos años. Además, cada vez hay más mujeres que obtienen titulaciones universitarias y de maestrías. Esto significa que las empresas tendrán acceso a un mayor número de mujeres altamente calificadas para puestos de liderazgo.
El liderazgo femenino es clave para el éxito empresarial y la construcción de un mundo más justo e inclusivo. Es necesario implementar medidas para eliminar las barreras que aún existen y fomentar la participación de las mujeres en puestos de liderazgo.
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